Desde Andorra con cariño (24.01.2012)

¡¡Buenas tardes- noches a todos!! nos alegra mucho leer vuestros comentarios, y la verdad es que nos lo estamos pasando genial, y hasta que no nos bajemos del autobús no vamos a dejar de hacerlo, salvo aquellos que se marean... (Celia Gª, Eva...).

Comenzamos el día con la misma rutina de todos los días, desayunando, bajando a las pistas, poniéndonos las botas, literalmente, y recogiendo en nuestra cuadra de material los esquís y tablas de snow. A partir de ahí, dan comienzo las clases de esquí con los monitores. Hoy algunos alumnos de Secundaria, en lugar de ir a las clases, han acompañado a los profes por las pistas rojas y negras más chulas de la estación, no veáis lo bien que lo hemos pasado.
A las 12,30h., tras dejar descansar un poco el material de esquiar, nos colocamos en fila para ir a comer. El menú de hoy: caldo 100% natural y sin glúten, lasaña, hamburguesas con patatas, bebida a elegir y yogur de fresa.
Tras coger fuerzas y tomar un poco el sol tranquilamente, todos nos hemos ido a continuar esquiando. Don Fernando ha ido con los más avanzados de todos. Con Doña Ángeles han ido los que tienen la cuña dominada y empiezan con paralelo por la zona de juegos llamada El Circo. Óscar ha ido con los que van bien en paralelo, por las pistas rojas, y Don Iván ha estado con los principiantes, practicando la cuña... Una de las anécdotas de la tarde ha sido cuando Doña Ángeles y algunas de las pequeñitas de tercero de primaria se han animado a bajar una pista facilita, pero se han equivocado y han bajado una pista de las complicaditas, eso sí, lo han conseguido como unas campeonas, así que ¡¡un fuerte aplauso para ellas!!
Todos van mejorando día tras día. Están muy motivados con las actividades y disfrutan y se divierten esquiando.
Después de un montón de horas de subir remontes y tras un montón de kilómetros esquiados, necesitábamos un poco de relax activo, de esa manera, aquellos que lo han querido, han podido disfrutar de nuevo de la piscina, pero esta vez Óscar nos ha dado una clase fabulosa de aquaerobic, y después ha dirigido una serie de actividades para trabajar las piernas y los brazos y relajar los músculos. ¡¡Qué bien nos ha sentado!!
Ahora mismo tengo a Eire y a Celia dándome ideas para escribir anécdotas, pero prefiero que vuestros hijos os lo cuenten directamente a vosotros cuando lleguen y veáis sus sonrientes y emocionadas caras mientras lo hacen.

Nos vamos a cenar, y luego a descansar, que nos lo hemos merecido...

¡Besos y abrazos para todos!