Ya hemos empezado el curso y con él nuestro proyecto anual, que como ya sabéis es “EL AGUA: EL BIEN MÁS PRECIADO DEL UNIVERSO”.
Programando las actividades para este curso y buscando salidas fuera del centro que pudieran motivar, ampliar y afianzar todo lo dado en las aulas, encontramos muy cerca de nosotros la actividad perfecta: “EL TALLER DEL AGUA: EL MOLINO”.
Nos acercamos hasta allí para ver si las actividades que allí realizarían los niños se adaptaban a las necesidades que nosotros queríamos cubrir, tras hablar allí con los responsables y explicarnos de que se trataba, lo tuvimos claro: esta actividad no se la podían perder.
Entonces llegó el día, bueno, mejor dicho, llegaron los días por que esta excursión la realizamos en dos tandas. El lunes realizaron la visita los alumnos de tres años y el martes fueron los de cuatro y cinco años.
Nos cogimos la comida, pues pasábamos allí el día y aprovechando los días tan buenos que hacen y que está cerca nuestro, fuimos andando.
Cuando llegamos allí, los monitores nos recibieron y nos llevaron a una explanada donde realizaron un juego de animales para clasificarnos en los diferentes grupos en los que cada uno realizaría las actividades.
Una vez hechos los grupos: “vacas de fuego”, “Martin pescadores”, “burros” “perros” cada uno con su monitor fueron a una de las actividades y luego irían rotando para todos hacer todo.
Las actividades fueron: las barcas, la pesca, el acuario, la senda del agua y la actividad del reciclado, esta última, la dejaron tras la parada obligada para comer.
El grupo de los “Martín pescadores” con los que realicé yo la ruta, empezaron por las barcas, para lo cual se colocaron sus chalecos salvavidas y montaron entusiasmados y dieron un paseo mientras el monitor les iba contando que esa “piscina natural” por la que iban era formada por el río Manzanares y los tipos de animales y plantas de ese entorno.
Luego, después de quitarnos los chalecos nos preparamos para realizar “la senda del agua” en esta actividad realizaban un recorrido por toda la parcela por la que pudieron ver la flora más característica de la zona, recorriendo a través de una plataforma que nos llevaba cerca del río hasta llegar a lo que llamaban “el coche de agua”, que era otra forma de trasportarnos de un lado a otro del río.
Luego nos llevó al acuario donde nos enseño las especies de peces que nos podemos encontrar en el río Manzanares, las algas que allí se forman y buscamos con lupas las pulgas de agua.
Pero la siguiente actividad era la más esperada, la pesca. Nos pusimos por parejas y cada uno con su caña, en la que el monitor nos colocaba en el anzuelo una bola de pan mojado y lo dejábamos caer a ver si picaban. Unos tuvieron más suerte que otros.
Eso sí, todos pudieron tocar los peces que cogieron con las sacaderas.
Pero llegó la hora de comer, nos sentamos cada grupo en una mesa con su monitor y nos pusimos a comer nuestro picnic una visita al baño y luego la actividad de separar y reciclar.
Después de todo el día nos despedimos de nuestros monitores y nos preparamos para volver caminando hasta el cole, no sin antes hacernos una foto de grupo con el marco incomparable de la pedriza.
